domingo, 25 de octubre de 2009

Pinceles negros


Ahí va, lo prometido es deuda:


A veces, uno sólo no es capaz de escribir en lápiz, para que no lo borren. A veces, todavía no te has levantado y ya estás cansado. A veces, llevas la bandera del corazón y el optimismo a media asta. A veces, sientes que tu pulso está de capa caída. A veces, te resulta difícil tirarte por una cuesta. Es cuando estás triste y la sonrisa es una mala mueca.
Es entonces cuando crees que la música del azar es muy traicionera. Y que sí, esta vez te ha tocado a ti escucharla. Crees que el único cuadro colorista que eres capaz de pintar es en blanco y negro. Crees que el optimismo es una secta a la que tú nunca pertenecerás.
Esta noche estás triste y me duele no poder darte un abrazo telefónico, pero que sepas que la esperanza surge en medio de la depresión.

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