lunes, 15 de junio de 2009

Lo que es y lo que fué.


Dicen que de los errores se aprende, pero cuando un error lastima a otro y deja una marca, ¿de qué sirve la lección? Cuando el error que cometí no tiene solución, cuando el error es estúpido, cuando ya es demasiado tarde para pedir perdón y por más que haga lo que haga no pueda reparar ese error, cuando ya nada es lo que era, sólo me queda la resignación de acordarme de lo que fue.
Creo que un corazón roto es como la botella que se rompió en el verano, partida en pedazos, la nuestra se rompió en un otoño de hace unos años, ya no se puede reparar, los cristales están desgastados y no encajan. Son errores fatales. Desesperada intento repararlo, hacer algo que al menos pueda enmendar en parte todo lo que hice. Fue un error inesperado, fuera de todo cálculo, se me fue de las manos… pero por más que lo intente, es inútil, no me dejas acercarme, hay veces que estamos a escaso un metro, o nos saludamos con un beso, pero te siento a kilómetros, somos unos perfectos amigos-conocidos-desconocidos. Aunque deje pasar el tiempo se que nunca volverá a ser lo mismo, ojala me confunda. No sé porque no saco el valor para llamarte, lo llevo pensando unos días, para que de una vez nuestras conversaciones no sean de palabras vacías, y rodeados de gente, no sé porque lo escribo aquí si se que no lo vas a leer, quizá sea la cobardía y el anonimato que nos regala esto de internet, quizá sea porque me da miedo mirarte a los ojos. No es mi estilo esconderme, pero duele y da miedo ser rechazado, ojala lo leas y sepas que eres Tú, ojala me llames para tomar un café una tarde, hablar horas, miles de horas como antes, o te daré esta dirección de blog en un acto de locura, o te lo dirá alguien que lo lea, o te llamare, o no, o me seguiré escondiendo, o seguiré sin encontrarte a pesar de vernos 3 o 4 días por semana. Y créeme cuando digo que me da vértigo saber que aquel día te perdí, como he dicho antes sólo me queda la resignación de acordarme de lo que fue.
Y lo peor de todo, es que esto son suposiciones y no sé realmente que es lo que te pasa, supongo que al igual que yo busques la cobardía y el anonimato en cualquier otro lugar de tu mundo a velocidad de vértigo.
Un beso.

Y al resto supongo que toda esta historia os da igual, pero es mi pequeño agujero negro en este espacio de internet.

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