miércoles, 7 de abril de 2010

Amsterdam; dique de Amstel.


Una de mis grandes aficiones es viajar… ¡No es lista la tía! diréis algunos de vosotros, pues claro que soy lista… Viajar es un placer y yo intento siempre elevarlo a la máxima potencia, disfrutando de todo lo que puede ofrecerte un lugar que no es el tuyo, a todos los niveles posibles, por lo que igual me paso un día sin salir de un museo, que me recorro una calle de bares degustando gastronomía, paseo, miro (sin enterarme de nada) sus periódicos, observo a la gente, costumbres, manías, formas de conducir, de hablar…

Hay lugares lejanos que me gustaría visitar, pero si he de decir una, llamémosle zona, siempre me quedo con el viejo continente, sea por mi pasión por la historia o porque para mi gusto, están las ciudades más bellas del mundo..

Llegue ayer de tres cortos, pero no menos intensos, días. Bien, dicho esto, quiero empezar a hablaros largo y tendido de la extraña ciudad de Ámsterdam. ¿Extraña? Si, extraña, podría haberla adjetivado de mil maneras distintas, podría haber dicho que es bella, que es admirable, incluso que es excéntrica, mágica o singular, pero prefiero quedarme con la palabra "extraña". Quien haya estado lo entenderá, quien no, que lea y sabrá por qué.

La singular ciudad de Holanda, Ámsterdam, es la capital constitucional, y centro indiscutible de cultura de los Países Bajos. Ámsterdam significa “dique del Amstel”, que es un río. La ciudad es un conjunto de islas que están unidas por una infinidad de preciosos puentes, y por supuesto rodeada de canales que fueron construidos con la intención de controlar el cauce del río Amstel y hacerlo navegable, y hoy es una de las postales más importantes del país.
Lo que antes os apuntaba, es decir, que la considero una ciudad extraña, no es ni más ni menos que admiración hacia ella. Grandes ciudades europeas, son sobrias, regias, serias, y sin embargo en Ámsterdam te encuentras con más bien todo lo contrario, es una ciudad populosa, con gente a todas horas del día en la calle, con ruido, en ocasiones desordenada, cosas que hasta se agradece porque hay algunas ciudades que parece que sólo viven para el orden y eso aburre.

Su arquitectura te puede gustar o no gustar, más opciones no hay, pero indiferente no te va a dejar. Edificios apiñados, de colores diversos, raramente rectos, y muy, muy estrechos.
Leí que en la época de la que datan los edificios (siglos XVI, XVII y XVIII) la persona que adquiría una casa, pagaba por el ancho de la misma, pero no por lo alto, por lo que la gente hacía las casas estrechas y de tres o cuatro pisos. Imaginad por tanto la inclinación de las escaleras, algunas daban verdadero vértigo, sobretodo para bajarlas.

Ámsterdam tiene casi 750.000 habitantes, y, ojito con el dato, más de medio millón de bicicletas hay en la ciudad.
Una de las cosas más importantes de la ciudad, son sus canales, exactamente 165, que son cruzados por más de 1200 puentes, 8 de los cuales son levadizos de madera. En los canales hay 2500 barcos-vivienda.
Apasionados de uno de los medios de transportes más nostálgicos, cruzan sus calles 230 tranvías.
Amantes del arte a la fuerza, ya que tiene 140 galerías de arte, 50 museos, 22 cuadros de Rembrandt, más de 200 de Van Gogh, 300 esculturas en las calles…eso sin mencionar sus 55 teatros, donde hay al día, 40 representaciones de teatro. Y a la hora del ocio, puedes elegir entre sus 60 salas de cine, sus 1200 bares, sus casi 800 restaurantes o sus 36 discotecas.

UN POCO DE HISTORIA
En el año 1300 se le declaró ciudad, y se le cedieron todos los derechos que ha de tener una ciudad, para a partir del controvertido siglo XIV, empezar a florecer como importante centro comercial y cultural.
Sin entrar en pormenores ni datos que a la mayoría aburrirá, simplemente apuntar que estuvieron "liados" en una guerra contra España, que duró 80 años, y que tuvo como punto y final, la independencia de Holanda.
El siglo XVII Ámsterdam explotó, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del momento, centro de absolutamente todo, y ejemplo de la hegemonía que obtuvo Holanda por esas fechas. Se convirtió en el centro financiero más grande del mundo, el puerto de más actividad de Europa, cuya bolsa fue la primera en tener un funcionamiento diario. Ya eran 200.000 los habitantes de Ámsterdam en el año 1700, multiplicándolo por 4 un siglo más tarde.
Después de las guerras Napoleónicas, que conllevo una importantísima bajada de la importancia de la ciudad en el mundo, se olvidó con el siglo XIX, donde volvieron, aunque no con tanto ímpetu, a ser lo que fueron.
Por lo que respecta a las guerras mundiales, en la primera, su posición oficial fue de neutralidad, pero no les salvó de grandes hambrunas. La segunda ya es otro cantar. Holanda fue invadida en el año 1940, y el partido nazi instaló un gobierno en Ámsterdam, encargado de la persecución de judíos, y sacaron de Holanda más de 100.000 judíos con destino a los campos de concentración. Sobrevivieron apenas 5000 judíos holandeses.
Pero bueno, como he dicho, cuatro apuntes de siglos atrás simplemente como datos sin entrar en detalles. Hoy en día tenemos una ciudad completamente abierta, envidiada y desafortunadamente, todavía poco copiada.
Buena colección de pintura holandesa que abarca 5 ricos siglos en producción artística del país, desde el siglo XV hasta el XX. Tiene también arte asiático y algunos cuadros españoles.

Cómo conclusión; puedo decir que es una preciosa ciudad en muchos aspectos, ideal para pasar una semana con amigos, para un fin de semana romántico, para ir en familia, para ir en plan descanso, para ir en plan museos, para salir de noche, ciudad a ratos aburrida, …
Con muchas particularidades rarezas y singularidades, con un buen ambiente en la calle, con no demasiada delincuencia, con respeto, con libertad, con atracciones únicas, con paisajes preciosos, con arte, con mucho arte, cuna de artistas, plagada de museos, edificios singulares, de colores, con poleas, canales en cada calle, perfecto para amantes de la fotografía… Muy recomendable un paseo en barco por los canales, como podeís ver el la foto, las vistas son espectaculares.

Una muy buena elección es visitar esta ciudad, yo desde luego se que volveré algún día, porque sé que me he dejado muchos rincones por visitar. ¿Alguien se apunta?.

1 comentario:

  1. Yo me apuntaría encantada. ¡Qué suerte! Yo me he tenido que quedar en casa estas vacaciones.

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